Montreal 1, Canadá
Montreal, Canadá
La experiencia en el campo
El trabajo del campo «Ste Thérèse II» era ayudar a construir un parque donde la gente va a pasear. Se tenían que hacer unas escaleras con troncos de madera, regar las plantas que se habían plantado anteriormente, mantener limpio el parque, echar la basura que había por los caminos y limpiar una especie de vertedero donde la idea es hacer otro parque.
La convivencia con los otros miembros del campo fue genial. Éramos un grupo de 12 personas muy cohesionado y, a pesar de que la gente tuviera más afinidad con una u otra persona, éramos un único grupo donde todo el mundo hablaba con todo el mundo y lo hacíamos todo juntos. El camp leader dinamizaba mucho el grupo y era uno más de nosotros.
A pesar de encontrarse en el continente americano, Montreal es una ciudad muy europea. En cuanto al resto de la región, incluido Montreal, la gente es muy amable y acogedora.
Cómo moverse
Con transporte público. En Montreal, la red de metro funciona muy bien y la línea para ir al aeropuerto funciona muy bien también y con muchas frecuencias diarias. En cuanto a moverse entre ciudades, la opción más barata es el autobús aunque las distancias sean muy largas. A muchos lugares del norte de Quebec solo se llega por carretera. También hay la opción de compartir coche (Allostop o AmigoCar) con gente que ofrece su vehículo y tú lo ayudas a pagar la gasolina a cambio de que te lleve hasta donde él va; es una opción todavía más económica que el autobús.
Es una región francófona, por lo tanto la primera lengua más hablada acostumbra a ser el francés, pero no hay ningún problema para hablar inglés, la sociedad también lo conoce (y muy bien!).
Dinero
Yo aconsejaría llevar el dinero ya cambiado a la divisa del país. Dependiendo del tiempo que paséis, quizás no os sale a cuenta llevarlos todos en metálico, pero sacar dinero en cajeros en el extranjero acostumbra a tener un coste que normalmente no es bajo, y Canadá no es la excepción.
En cuanto a la alimentación, fue uno de los platos fuertes del campo. Teníamos cierto dinero ofrecido por la organización destinados a la compra de la comida. Por grupos cocinábamos algo originario o típico del país de donde veníamos. De este modo comimos de todo y, sobre todo, comimos muy bien.
Viajar antes o después del campo
Es una de las mejores cosas que tiene el campo. La estancia en el campo es genial y no la cambio por nada, pero si habéis planificado quedaros unos días más en el país, es una muy buena idea. Yo recomendaría viajar después del campo puesto que de este modo puedes juntarte con gente del campo con quien has convivido los 15 días anteriores y seguir visitando algunas cosas con ellos.